Hablar del éxito que han tenido las grandes compañías que hoy conocemos, incluso las que ya desaparecieron, es porque han atravesado un camino de aprendizajes, subidas y bajadas, con la capacidad adaptativa que han encontrado paso a paso en entornos impredecibles, más allá de sus indicadores, resultados y años en el mercado.

Como lo hemos mencionado, las alianzas con otras organizaciones, la visión panorámica de los desafíos en el ambiente, y las victorias tempranas que experimentamos como equipos de una organización, son pasos agigantados hacia el cambio y la satisfacción de superar retos que nos proponemos.

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Pero no se trata de ganar por ganar, esto es subirse en el exitismo. No se trata de tener éxito y creer que se ha llegado a la cima y ahí ya termina nuestro camino en el cambio. Todo lo contrario.

El camino hacia la capacidad adaptativa no es fácil, tiene forma de laberinto, no hay un punto B claro. Porque muchas veces cuando pensamos que ya lo hemos logrado, puede que sea momento de replantearnos en la marcha, y entonces avanzar ¿Cómo podemos manejar el exitismo?

• Entender que la realidad es mucho más compleja, conservemos nuestra identidad y nuestra esencia
• Cuando en medio de las dificultades volvemos a la zona de confort, evaluemos en la marcha nuestro plan de acción hacia el propósito superior
• Creer que somos capaces de sobrevivir por sí solos, mejor creamos también en el talento de los demás
• Compartamos espacios para el diálogo con liderazgo, responsabilidad, y apertura; en vez de ejercer la autoridad.

¿Qué tal si en vez de hablar de alcanzar el exitismo, nos planteamos cómo podemos seguir desarrollando nuestra capacidad adaptativa? Esta Guía para el desarrollo de la sensibilidad: ante los problemas, las tensiones y el cambio será un buen inicio.